Repsol, el Ayuntamiento de Vila-seca (Tarragona) y la Autoridad Portuaria de Tarragona (APT) han presentado un proyecto de 260 millones de euros para ser financiado por los fondos europeos Next Generation para la recuperación económica y social de la pandemia y el desarrollo sostenible del territorio.
‘Cal·lípolis Next Generation’ es la denominación bajo la que se agrupan once iniciativas, con las que se prevé convertir un espacio entre La Pineda (Tarragona) y el Puerto en un motor económico de tipo industrial, logístico-intermodal, turístico y paisajístico.
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El presidente de la ATP, Josep Maria Cruset ha declarado que se trata de “un macroproyecto innovador para la recuperación pospandemia, con una clara apuesta por la economía verde, por el turismo sostenible y la recuperación paisajística de espacios naturales”, según ha detallado en una nota el diario Expansión.
«Habrá actuaciones que contribuirán a modernizar y mejorar la logística y la operativa de las instalaciones de Repsol», ha indicado Javier Sancho, director del complejo industrial que tiene en Tarragona la compañía cotizada.
El proyecto se presentó a la convocatoria de Manifestación de Interés para incluirlo en el Programa de Impulso de Proyectos tractores de Competitividad y Sostenibilidad Industrial del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, y cuenta con cinco socios más, que son la Universitat Rovira i Virgili, el Instituto de Hidráulica Ambiental de la Universidad de Cantabria, las empresas tecnológicas Prodevelop SL y Portel Logistic Technologies y la asociación empresarial APPOR.
Las iniciativas a las que irán dirigidas los fondos son fundamentalmente tres. La primera es una zona de actividades logísticas (ZAL), de unos 915.000 metros cuadrados, gracias a la cual se espera incrementar la actividad del Puerto de Tarragona en al menos 2,7 millones de toneladas al año. Unos 30 millones de euros se destinarán a la construcción del recinto y otros 62,5 millones, al desarrollo de las conexiones viarias y ferroviarias necesarias.
La segunda, de 86,5 millones, consiste en la construcción del contradique de Els Prats, al sur del puerto citado. La inversión serviría para desarrollar nuevas áreas e implantar nuevas empresas que generen nuevos tráficos. También se prevén usos turísticos.
La tercera hace referencia a la modernización de la logística de hidrocarburos y la reducción del riesgo de emergencias ambientales, con dos actuaciones principales para el complejo petroquímico de Repsol en Tarragona. Por un lado, figura la transformación del llamado frente 80S, en el pantalán que tiene la multinacional en la zona, con el objetivo de que puedan atracar barcos de hasta 140.000 toneladas, lo que reducirá riesgos ambientales.
Por otro lado, la petrolera quiere introducir una serie de mejoras logísticas con la instalación de dos almacenes soterrados para descargar barcos atracados en la zona portuaria. Aquí se destinarían unos 21 millones más.
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